¡Que delicia!
Tardes frías, mañanas frías, noches frías... Los días con temperaturas bajas, ojalá nublados, con lluvia aún mejor, y para terminar: pies congelados. ¿Labios morados?
Es la excusa perfecta, el mejor panorama, un bostezo semi fingido, cuasi exagerado. Es natural la ternura; caminar entre nubes con las manos en los bolsillos, exhalar el frío y admirar el paisaje provocan en cualquier ser humano deseos de un abrazo, de manos.
¿Entonces qué esperamos? Te miro coqueta, no dices nada. Suspiro suave, me incitas, me llamas. Presento mil excusas, las repaso mentalmente. Lo sabes, lo se ... la señal: se inquietaron mis pies. Y si nos sorprenden ¿Qué diré? Voy a la cocina me preparo un café, abro la puerta y estás ahí, ni te has movido, ni has cambiado de expresión.
El sabor del café es más intenso que nunca, busco la música correcta.
No resisto, que el frío, que no hay nadie, que la música es perfecta... me arrojo sobre ti, y me cubro como siempre, quito las almohadas y susurro: eres irresistible, mi tentación, mi cama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario