martes, 26 de julio de 2011

Insensata mujer


Insensata mujer que no pareces de vientre haber nacido;
Que tu mirada no es más que agua congelada,
Que me dejas sin habla y con ganas de decirte todo,
Que atropellas mis deseos e ilusiones más remotos,
Que ardes sobre la frialdad,
Y que me hieres con la espada de tu desdicha,
¿Necesitabas aparecer en mi confusa vida?
¿Para dejarme moribunda en tus recuerdos?
Haces que mi corazón lentamente,
 quede tras los escombros de tu soledad.
El disfraz de tus palabras,
Cae ante mis ojos y entonces;
Veo tu alma,
como una fuente diáfana,
con miedos e inseguridad, y sobre todo,
Te veo frágil,
OH! ¡Cuan frágil te veo!

Y entonces…, luchando con mi interés propio,
Te quiero, te quiero con todo mi corazón,
Aunque resulte vano, aunque parezca bueno.

Me siento inútil a tu lado,
Trémula solo consigo escucharte.
Temo cuando oigo tu silencio ensordecedor
Y sonrío cuando imagino que me amas.


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