miércoles, 24 de agosto de 2011

Volás!

Hay una pequeña diferencia entre las cosas animadas e inanimadas, entre lo vivo y lo muerto, entre un esqueleto y un cuerpo humano. Es una de las primeras cosas que aprendemos, pero a veces se olvida. Se confunde a mi parecer muchas veces a una persona con las cosas que hace, o el recuerdo de alguien con lo que nos hacía sentir esa persona. A  veces nos enamoramos de lo que sentimos, de lo que experimentamos, no del sujeto. Ciertamente ese es un problema, y lo estoy escribiendo, porque jamás había venido esta idea tan perfectamente clara a mi mente, siempre estuvo el miedo, el presentimiento vago, pero hoy la respuesta verdadera (porque eso es).
  Me siento profundamente desenamorada y ese es un gran paso en mi vida, quizás debo solucionar la adicción a                                  mirar lo que fue, a pensar que las semillas de algo se refugian en la ruina. Le he encontrado el gusto a la soledad, a jugar con el aire, prefiero cantar a hablar, prefiero la locura a lo convencional.

2 comentarios:

  1. Lo he leído varias veces, me costó entenderlo pero ahora sé lo que quieres decir. Me has hecho reflexionar bastante.
    Gracias!

    Saludos :)

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  2. me agrada que haya llegado tan perfectamente claro este pensamiento a tu mente... y espero que no desaparezca :D te quiero mojona! ñ.ñ

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